Psico-Despedida.
...Y así fue como Caperucito le devolvió la nariz roja a Rudolf, desarmó lentamente el árbol y se despidió del lobo, no sin antes enviar sus recuerdos a la abuelita.
Se recogió las trenzas bajo la capucha y se alejó caminando por el camino amarillo, tirando con disimulo miguitas de pan y guijarros tras de sí, además de uno de sus zapatos rojos.
Todo por si el cazador despertaba de su sueño eterno y en su caballo blanco se decidía a ir a buscarle...
Todo por si el cazador despertaba de su sueño eterno y en su caballo blanco se decidía a ir a buscarle...
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